Es demasiado frecuente, que antes de apuntarnos a una autoescuela para sacarnos el carné de coche o una vez que ya estamos preparando el examen teórico de conducir, algún familiar o amigo se preste a darnos algunas clases prácticas por su cuenta, para que vayamos aprendiendo y no tengamos que dar tantas clases prácticas. Es lo que se conoce como conducción acompañada, en la que el piloto no tiene el carné de conducir y conduce bajo la supervisión de un conductor experimentado. Su voluntad puede ser buena, pero no saben que están cometiendo un delito. Quieres saber por qué, cuál es el delito y qué consecuencias puede tener… Continúa leyendo.

La cultura vial puede variar de un país a otro. En España ir al volante sin permiso de conducir es un delito contra la seguridad vial tipificado en el artículo 384 del Código Penal , que lo castiga, según la magnitud de la falta, con pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa diaria de doce a veinticuatro meses o con trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días.

Lo más frecuente es que se castigue con una combinación de las dos últimas opciones, siendo la pena de cárcel una medida para los casos en los que se ha producido un accidente grave o cuando los implicados, conductor y acompañante, han tenido conductas irrespetuosas o agresivas con los agentes de policía que les han parado.

Para conducir es necesario hacerlo con la correspondiente autorización administrativa, tal y como recalca el Reglamento General de Conductores. Por lo que conducir sin el correspondiente permiso puede suponer también una sanción administrativa de 3000€. Si la persona que va al volante es un menor, la sanción económica recae en el tutor legal.

Para enseñar a conducir se debe tener la certificación correspondiente, ser profesor de autoescuela no es fácil. También se debe hacer con el vehículo apropiado, preparado con doble pedal, que el profesor puede controlar y corregir si fuera preciso.

Un coche de prácticas, con L azul, es fácilmente identificable por el resto de los usuarios de la carretera.

Hacer prácticas sin todo eso es una temeridad que puede acabar en tragedia, aunque se haga en zonas privadas o sitios poco transitados.

Una cosa es enseñar a sentarse del modo correcto, a colocar correctamente los retrovisores, mostrar dónde está cada mando y para qué sirven, mostrar cómo funcionan las marchas, practicar en parado el orden de los pedales, pero más, es arriesgarse a correr riesgos inútiles ¿y para qué? Si se produce un accidente, aunque no haya heridos, el seguro no se hará cargo de los daños.

Y no sólo eso, además se pueden adquirir ciertos vicios que luego son difíciles de eliminar como por ejemplo, dejar la mano colocada en la palanca de cambios o colocar mal las manos sobre el volante, que no sólo pueden suponer una merma en la seguridad del futuro conductor y sus acompañantes, si no también motivo de falta y no apto en el examen práctico de conducir.

Desde Autoescuela Pit Lane en El Boalo te recomendamos que te tomes tu tiempo para elegir autoescuela y no cometas la equivocación de cometer ningún delito intentando ahorrar.

Hasta la semana que viene, feliz fin de semana.