En la conducción, como en otras facetas de la vida cotidiana, encontramos leyendas urbanas que se han implantado en nuestra «cultura automovilística» y las adoptamos como ciertas cuando en realidad no lo son. En el artículo de hoy os contamos algunos de estos mitos y os animamos a que si conocéis alguno más, lo compartáis con nosotros.
Una costumbre nada recomendable, y que por suerte se va extinguiendo con los coches nuevos, es la de pisar el acelerador tras arrancar, antes de poner la marcha, para calentar el motor (sobre todo en invierno). Es un mito que perjudica a nuestro vehículo ya que al hacerlo con el motor frío, el aceite no lubrica bien y podemos causar un desgaste prematuro de las partes mecánicas
Otra de las creencias más extendidas es pensar que el coche en punto muerto gasta menos combustible y es justo al revés. Cuando el coche lo dejamos en punto muerto en una cuesta abajo, el coche en ralentí necesita combustible para no apagarse; sin embargo, si ponemos una marcha sin acelerar, la transmisión mantiene el movimiento del motor sin gastar apenas nada. Un consejo aquí: Si nos quedamos sin combustible conviene circular con la marcha más larga que podamos en cada momento para aprovechar al máximo lo que quede en el depósito.
Otra afirmación incierta es que cuanto más grande y pesado es un coche, más estable es. Esto viene de años atrás cuando los coches tenían la suspensión más blanda, por lo que en baches o con viento, los coches se notaban más inestables. En los coches grandes debido a su peso los movimientos se hacían más suavemente y no se notaba tanto la inestabilidad. Hoy en día, en coches pequeños, con amortiguadores modernos, de calidad, no se notan los balanceos.
En la estabilidad del coche también influyen los neumáticos pero también hay mitos sobre ellos: Los neumáticos un poco deshinchados agarran más y no es cierto. Tampoco es verdad que los neumáticos con mayor presión de aire ahorran combustible. Los neumáticos deben estar con la presión recomendada por el fabricante y según el modelo del coche.
Otra de las creencias entorno a los neumáticos es la que al conducir por ciudad se desgastan menos que por carretera y no es así. Al frenar y acelerar se erosionan más que en vías interurbanas con una conducción más constante.
Otro mito: Las mujeres conducen peor que los hombres. Pero los datos hablan: las conductoras sufren menos accidentes que los conductores. Entonces… ¿Quién conduce peor?
Estas son sólo algunas falacias que debéis ignorar. Lo importante es conducir con sensatez, de acuerdo con lo que os han enseñado en la autoescuela.
Muchas gracias por compartir estos mitos sobre la conducción. Excelente artículo y sin duda contenido para tener en cuenta. No debemos creer todo lo que dicen.