Para finalizar esta serie de artículos y concluir, por el momento, con el tema de los peligros en la carretera, hoy queremos plantearos algunas recomendaciones en caso de que os veáis sorprendidos por algunos otros imprevistos en la circulación, tales como la avería o el fallo de algún mecanismo mecánico de nuestro vehículo y el mal estado de la vía.
Porque tu seguridad vial y la de todos es nuestro objetivo.
Ahora que todavía hace bastante calor, imaginaros que estáis conduciendo y el motor se recalienta y en ese momento, no tenéis sitio para parar.
¿Qué hacer?… Lo primero, encender el climatizador y ponerlo al máximo para evacuar gran parte del calor del motor.
Seguiremos conduciendo tranquilamente a una velocidad máxima de 80 km/hora en la marcha más larga posible. Si estamos en un atasco, podemos desbloquear el capó para que entre aire en el motor hasta llegar a un sitio en el que poder parar con seguridad.
Si notamos que un olor raro sale de las salidas de ventilación y vemos humo blanco desde la base del parabrisas, cuidado… Es muy peligroso, el coche se puede incendiar en sólo unos minutos.
Si os sucede esto, lo primero es mantener la calma, encender las luces de emergencia e intentar parar el coche lo antes posible en un lugar seguro, intentando evitar que el fuego se propague.
Coge el chaleco y póntelo mientras sales del coche lo más rápido posible.
Y es que, que se te averíe el coche mientras conduces siempre es un fastidio, pero que se averíe en un sitio de mala visibilidad o peligroso, como un cruce o un paso de nivel, es muy peligroso.
Es una de las peores situaciones que nos podemos encontrar al volante.
¿Y qué debemos hacer si nos sucede?… Lo primero, encender las luces de emergencia y las cortas, aunque sea de día; a continuación, pedir ayuda.
Podemos intentar mover el coche, no empujándolo, sino metiendo la tercera velocidad y soltando embrague, para que coja impulso mientras damos al contacto del coche para intentar sacar el coche la de la zona de peligro.
En principio, debemos procurar quedarnos dentro de nuestro vehículo.
Ya os hemos hablado más veces de la necesidad de realizar un mantenimiento periódico que garantice el buen estado del vehículo, si no lo hacemos, podemos encontrarnos con que nuestro coche acelera solo. No es una avería muy común, pero si vuestro coche tiene motor Diesel y el nivel del aceite está demasiado bajo o se filtra en el turbo, podemos encontrarnos con este peligro en la circulación.
¿Qué hacer si nos pasa?… “Ahogar” el motor; es decir, intentaremos que el coche se cale metiendo una marcha larga; de esta forma el coche se parará. Jamás desembragar, porque corremos el riesgo de romper el embrague.
Si circulando por una carretera se nos para de repente el motor, debemos intentar (con precaución indicando la maniobra con el intermitente o las luces de emergencia) ir hacia el arcén aprovechando la inercia del coche sin entorpecer el tráfico, desembragando el motor. Para ayudar a frenar el coche, como el pedal del freno se pone duro, debemos pisarlo con fuerza.
Si circulando nos encontramos con carga en la vía o con los trozos de un neumático reventado o con líquido de frenos o con combustible en la calzada, lo primero es reducir la velocidad e intentar evitar el impacto esquivando el obstáculo sin poner en peligro a los demás. A continuación debemos avisar a emergencias para que el servicio de mantenimiento y limpie la carretera.
Si nos encontramos una curva sucia, llena de gravilla, con cristalitos o con clavos corremos el peligro de pinchazo o de que se clave en el neumático y provocarnos un reventón. En el mejor de los casos, se acumulará en los bajos del coche y acabará generando óxido que deteriorará la pintura. Así que lo mejor, es intentar esquivarlos sujetando bien el volante y reduciendo la velocidad.
Esperamos que todos estos consejos os sean de utilidad.
Os esperamos la semana que viene con un tema que estamos seguros que os va interesar, a vosotros y a vuestro bolsillo.
Feliz fin de semana.
