Ya está aquí el 2018, en tan sólo un par de días dejaremos atrás un año negro para los ciclistas en la carretera, a pesar de las continuas campañas de concienciación (el “metro y medio” de respeto). Y no sólo ciclistas; por segundo año consecutivo, se ha incrementado el número de víctimas en accidentes de tráfico en vías interurbanas.
Atrás dejaremos un año difícil para las autoescuelas, debido a la huelga (que ha durado casi seis meses) de los examinadores de la DGT.
Un año más preocupado por la calidad del aire, en el que se han impuesto los distintivos medioambientales en los vehículos, para poder circular por los núcleos urbanos de mayor población en zonas de bajas emisiones.
Nos preparamos para un nuevo año en el que la DGT pretende reducir al mínimo el número de accidentes en la carretera, con cambios y novedades en normativa, ITV, radares y sanciones. Queréis saber cuáles son, cuándo se empezarán a aplicar, cómo afectarán a los conductores… Continuad leyendo.
A partir del próximo 20 de mayo, la Inspección Técnica de Vehículos será más exigente: las estaciones de ITV dispondrán de sistemas de diagnóstico electrónico con la que podrán conectarse a los ordenadores de a bordo de los automóviles y detectar posibles anomalías en los sistemas de seguridad electrónicos. El motivo de esta medida es garantizar que la seguridad vial, empezando por nuestros vehículos.
Los coches históricos o clásicos lo serán a partir de que tengan 30 años de antigüedad, desde la primera fecha de matriculación (hasta ahora bastaba con 25 años); a partir del próximo año, se equipara a nivel internacional con el resto de países de la Unión Europea, con consecuencias para los propietarios, en cuanto a ITV, impuestos o seguros.
A partir, del próximo año, no sólo veremos coches, motos, furgonetas o los 8 helicópteros Pegasus de la DGT en busca de infractores; muy pronto veremos también aviones, los MRI: aeronaves con radares que vigilarán nuestras carreteras y captarán imágenes con conductas sancionables.
La DGT realizará mayor control del consumo de alcohol y otras sustancias, más controles y mayores sanciones. Se prevé la modificación de la Ley de Seguridad Vial para penalizar la conducta de los conductores reincidentes o aquellos que conduzcan bajo la influencia de las drogas o del alcohol. Se pretende, que nunca más puedan volver a ponerse al volante de un coche, que pierdan el derecho a recuperar el carné de conducir.
La recaudación obtenida en los controles irá dirigida a mejorar el estado de las carreteras y reducir el número de puntos negros debido al desgaste o la mala señalización de las vías.
En cuanto a los motoristas, no sólo será obligatorio llevar el casco, sino también la chaqueta y los guantes. El equipamiento mínimo para la seguridad e integridad física en caso de accidente. No llevarlo puede ser objeto de multa.
Nuevo año, nuevos cambios, nuevos propósitos y nuevos sueños.
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