La #AEMT advierte del nivel naranja por temperaturas máximas para hoy en Canarias, Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha y Comunidad de Madrid.
Con las altas temperaturas de esta ola de calor es muy probable que el motor y otros elementos de nuestro coche se vean afectados. Hoy repasamos qué averías provoca el calor en cada uno de ellos sino realizamos un correcto mantenimiento.
El líquido refrigerante
El líquido refrigerante es esencial para mantener la temperatura óptima del motor, debe cambiarse cada 20.000 kilómetros o una vez al año y estar en el nivel adecuado. Es importante que revisemos su estado para evitar posibles fugas que hagan subir la temperatura del motor.
La bomba del agua
Es una de las partes más importantes en el sistema de refrigeración del coche junto con el radiador y el termostato. La bomba evita que el motor se sobrecaliente haciendo circular el líquido de refrigeración por su interior. Si tiene alguna fuga (si vemos manchas de refrigerante en el suelo, debajo del motor) el circuito de refrigeración del motor dejará de ser seguro y se acabará recalentando y averiándose. También podemos saber que la bomba de agua no funciona bien si vemos que el indicador de temperatura del salpicadero está por encima de lo habitual (unos 95º).
El radiador
Es el encargado de enfriar el agua que entra al motor así como de recoger agua caliente que expulsa el sistema. Para que funcione bien el radiador, el líquido refrigerante debe estar en buen estado. Revisa los manguitos que no tenga fugas y que las rejillas permitan una correcta circulación del aire.
El termostato
Es una válvula metálica inserta entre el radiador y el motor, forma parte del circuito de refrigeración y es el que se encarga de mantener la temperatura adecuada y constante en el motor.
Tiene un resorte que se abre y se cierra, dependiendo de la temperatura del líquido de refrigeración, dejando pasar más o menos refrigerante al radiador para controlar la temperatura del motor. Con las altas temperaturas, aumenta el riesgo de sufrir un sobrecalentamiento y una rotura.
El aceite
Debe estar limpio y al nivel adecuado, si es más bajo rozarán más las piezas y aumentará la temperatura del motor, por lo que es mas probable que aumente el riesgo de sobrecalentamiento y de avería.
El sistema de climatización
Un mal uso del aire acondicionado puede provocar averías. Es importante que al encenderlo no lo pongamos a máxima potencia nada más arrancar (de 22 a 24º es la temperatura idónea para conducir).
Tenemos que dejar que se ventile el coche unos minutos antes de iniciar la marcha, abriendo puertas y ventanas para que salga el aire caliente.
No dejes activado el botón de recirculación del aire y haz que los difusores expulsen el aire hacia arriba.
La falta de mantenimiento del aire acondicionado puede producir pérdida de gas y aceite del compresor y ocasionar roturas en elementos internos, además de suciedad y humedad en los conductos que generen bacterias, moho y mal olor.
Los neumáticos
Son otros de los elementos que más sufren con las altas temperaturas sobre todo si están desgastados o si circulamos a gran velocidad. El calor hace que aumente la presión y provocar reventones.
El sistema de frenado
El calor puede afectar al funcionamiento de los latiguillos de freno y deformar los discos de freno.
Como veis no son pocos los efectos de las altas temperaturas en nuestro coche. El consejo de autoescuela Pit Lane es que hagáis un correcto mantenimiento para evitar riesgos y quebraderos de cabeza.
Os esperamos en El Boalo.
