En verano es frecuente que aprovechemos la noche para salir a cenar a alguna terraza, ir al cine, a bailar… incluso, que viajemos de noche para aprovechar las vacaciones todo lo posible y evitarnos atascos. Sin embargo, es de noche cuando se producen casi la mitad de los accidentes. El cansancio de la jornada, la reducción de la visibilidad, la disminución de nuestros reflejos por el sueño pueden en milésimas de segundo ser los causantes de un accidente; es por eso que hoy os damos algunos consejos para conducir de noche con mayor seguridad.
El cansancio produce una sensación muy parecida a conducir con una tasa de entre 0,25 mg/l y 0,5 mg/l de aire espirado de alcohol en sangre, lo que perjudica nuestra atención, sobre todo entre las 4 y las 6 de la mañana o cuando conducimos al amanecer o atardecer, horas en las que nuestra percepción visual se reduce muchísimo.
El esfuerzo que tiene que hacer el cerebro para reconocer los objetos que le rodea se agranda.
No obstante, si tienes que hacer un viaje nocturno antes de emprenderlo debes planificarlo al detalle: recorrido, paradas, estado del tiempo… Limpia los cristales para evitar posibles deslumbramientos y también los faros para eliminar las posibles motas de polvo y revisa que el alumbrado funcione correctamente. Los faros LED nos facilitan mejor visibilidad que los normales ya que presentan características similares a la luz solar.
Ya lo hemos dicho en ocasiones en anteriores, pero de noche, es fundamental ver y ser vistos.
Procura descansar y dormir por la tarde antes de coger el coche.
Ya en viaje: Respeta los límites de velocidad, aunque haya poco o muy poco tráfico en la carretera.
Mantén siempre la distancia de seguridad, incluso, increméntala un poco. Recuerda que por la noche nuestro campo de visión se reduce.
Presta atención a los espejos.
A veces, nos resulta cómodo dejarnos guiar por las luces del vehículo que tenemos delante. Pero en carreteras convencionales, si la distancia que nos separa es muy grande, podemos encontrar curvas o baches entre medias.
Ahora que hablamos de carreteras convencionales, si un vehículo en sentido contrario nos deslumbra, lo primero es reducir la velocidad, para acercarnos a la línea de la derecha y girar un poco la cabeza hacia la derecha y, sólo si es necesario, intentar tapar con nuestra mano izquierda la luz deslumbrante.
Al primer indicio de fatiga (bostezos, ojos pesados que cuesta mantener abiertos) para en un área de descanso. Nunca tardes más de dos horas en descansar, más si conduces de noche. Para, toma algo, estira las piernas, que te dé el aire. Si después de 20 minutos sigues notando la misma somnolencia, es mejor que eches una cabeza y reanudes el viaje unas horas después.
Con estos consejos, feliz verano y feliz finde.
