La sombrilla, las maletas, las tumbonas de la playa… Nos falta sitio en el maletero…
Una solución: incorporar un remolque a nuestro coche. Pero lo primero es elegir cuál necesitamos en función de nuestras necesidades y de nuestro vehículo. En el artículo de hoy os contamos todo lo que necesitáis saber si estáis pensando en viajar con remolque este verano.
Existen dos tipos de remolques:
– Ligeros, que no necesitan permiso de circulación, ni matrícula propia (basta ponerle la matrícula de nuestro vehículo), ni seguro independiente. Tienen una masa máxima autorizada no superior a 750 kilogramos. Para conducirlo sólo necesitamos el permiso B.
-Y remolques no ligeros, que sí necesitan permiso de circulación, matrícula propia (con fondo rojo y la letra R), la placa de matrícula de nuestro vehículo y seguro independiente; su masa máxima autorizada es mayor de 750 kilogramos. Para este tipo de remolques (incluidas las caravanas) necesitamos ampliar el permiso B con la autorización B-96, siempre que vehículo y remolque no supere los 4.250 kilogramos. Si lo superara deberíamos sacar el permiso clase B+E.
Para poder llevar un remolque, primero debemos de adaptar a nuestro vehículo un sistema de anclaje, un sistema de acoplamiento que lo fije y lo conecte al vehículo. Esta modificación debe verificarse y legalizarse en el Centro de Inspección Técnica de Vehículos y se hará constar en la parte trasera de la tarjeta ITV de nuestro vehículo. Si no lo hacemos cometeríamos una infracción grave, sancionable con 200 €.
Al comprar el remolque debemos cerciorarnos que está homologado y nos deben entregar la tarjeta de la ITV del remolque.
Cuando salgamos de viaje debemos cerciorarnos de que el sistema de acoplamiento esté bien asegurado para evitar que se salga en pleno viaje. Debemos verificar que todas las bombillas se enciendan y funcionen correctamente y la presión de las ruedas.
Debemos también ajustar la presión de los neumáticos de nuestro coche, ajustándola según las recomendaciones del fabricante, para paliar la transferencia de la masa.
Antes de emprender el viaje es conveniente haber practicado la marcha atrás ya que funciona al contrario que en un vehículo sin remolque.
Debemos percatarnos si el remolque limita el campo de visión de los retrovisores; en caso de que no nos deje ver bien habría que instalar retrovisores adicionales que amplíen la visibilidad.
Cuando coloquemos la carga debemos hacerlo a unos diez a veinte centímetros adelantada respecto al eje de la ruedas pues si se pone hacia la parte de delante, el remolque no girará correctamente.
Al circular debemos aumentar la distancia de frenado entre un 15 y un 20% para aminorar la inercia de la masa del remolque.
Al tomar curvas cerradas debemos abrir el giro, en la medida de lo posible, para reducir el efecto del trayecto del remolque.
Debemos tener cuidado si circulamos con viento lateral o si adelantamos a un camión.
Tenemos que ir a menor velocidad, los límites de velocidad en autopistas y autovías para remolques es de 90km/hora, con remolque ligero, y de 80 km/hora con remolque no ligero. En carreteras convencionales, con arcén de más de un metro y medio o con más de un carril para alguno de los sentidos de circulación, el límite es de 80 km/hora y en el resto de vías fuera de poblado la velocidad es de 70 km/hora.
Las infracciones sobre el exceso de velocidad se sancionan con hasta seis puntos del permiso de conducir y multas de entre 100 y 600 € dependiendo de si la infracción es grave o muy grave.
En el caso de circular con un remolque no ligero sin que éste haya superado la ITV, se sanciona como infracción grave y 200 €.
Hay que recordar que si añadimos un sistema de acoplamiento para el remolque estamos realizando una reforma de importancia que debe ser regularizada en la ITV. En caso de no hacerlo la sanción será de 200 € ya que se trata de una infracción grave.
Con estos consejos, disfrutaréis de un verano más seguro.
Hasta la semana que viene. Feliz fin de semana.
