Como os adelantamos la semana pasada, esta semana os hablaremos de los cambios de marcha en bajadas de pendientes.

Al conducir de manera descendente el peso del vehículo y de los pasajeros afectan a la velocidad de la bajada.

A mayor carga, el coche tenderá a ir más rápido ya que el peso en bajada aumenta la aceleración más que la fricción de las ruedas sobre la carretera.

Estate atento/a del pedal de freno porque cuando descendemos suele ser necesario hacer uso de él, para aumentar la seguridad y estabilidad de nuestro vehículo, y adecuar nuestra velocidad a la velocidad máxima permitida.

Si la carretera nos exige circular a una velocidad baja, lo más recomendable es disminuir la marcha, al mismo tiempo que pisamos suavemente el pedal del freno.

Si la vía nos permite circular a una velocidad alta, hay que reducir poco a poco, ya que si bajamos de golpe las marchas, el motor se revolucionará en exceso y tendremos que pisar más a menudo el pedal de freno.

Nunca bajes en punto muerto. El coche debe bajar siempre con la ayuda del motor y con la velocidad puesta.

Si la pendiente es muy pronunciada, como el puerto de Navacerrada, utiliza el motor como freno. Gracias a la retención del propulsor, el vehículo no ganará velocidad y mantendrá un ritmo menor. Es lo que se conoce como freno motor.

Consiste en utilizar el motor, mediante los engranajes de la caja de cambios, para reducir la velocidad del vehículo prescindiendo del pedal del freno. Evitaremos el desgaste de las pastillas y los discos de freno.

Asimismo, el hacer más suave y progresiva la frenada, ayuda a mejorar el promedio de consumo de combustible pues no se emplea el acelerador para arrancar desde cero cada que se hace uso del sistema de frenos.

Es una técnica que requiere de unos mínimos conocimientos para que sea una maniobra recomendable. Ten cuidado de que el motor no sobrepase el rango de revoluciones que soporta, porque si lo forzamos en exceso, podríamos romper el motor.

O si lo usamos como sistema de frenos principal, haciendo un uso violento del freno motor, podríamos causar daños en la transmisión y el embrague de nuestro coche.

¿Cómo lo hacemos?
Imagínate que la velocidad máxima de la carretera es de 70 Km/hora y que ésta tiene un grado de inclinación considerable; es muy posible que circulando en quinta marcha se nos embale el coche.

Si frenamos un poco y reducimos a cuarta, con tan sólo soltar el pedal del acelerador notaremos que el coche se va frenando. No pises el embrague.

Si reducimos a tercera, notaremos que la velocidad se reduce aún más y estaremos dentro del límite de velocidad exigido.

Es el freno motor que actúa según las revoluciones a las que está funcionando el motor.

Además al utilizar el freno motor a la vez que pisamos el freno aumentará la eficacia del frenado de emergencia.

Para concluir con el tema de los cambios de marcha, si circulamos por una carretera con subidas y bajadas frecuentes, lo más recomendable es utilizar el propio impulso de las bajadas para subir, para que el motor no trabaje tanto y ahorrar combustible.