Una conducción segura y eficiente nos obliga a adoptar hábitos para una conducción sostenible y saludable que no sólo contribuirán a disminuir la contaminación acústica y ambiental, sino que también nos permiten un ahorro medio de un 15% de carburante y aumentan nuestra seguridad vial. ¿Quieres conocer algunos consejos de estas buenas prácticas en la conducción? Pues no te pierdas el artículo de esta semana en nuestro blog.
Los coches de hoy en día demandan mucha energía a las baterías. No sólo tienen que suministrar energía al motor y a todos sus engranajes, también a los DVD, a los GPS, al aire acondicionado y a multitud de sensores. Una medida para prolongar la vida de la batería de nuestro vehículo es pisar el embrague al arrancar y asegurarnos antes de dar al contacto, que todos los mecanismos de nuestro vehículo están apagados. Al pisar el pedal del embrague a fondo, no se mueven los engranajes de la caja de cambios y ni el disco del embrague y sólo gira el motor, por lo que ahorramos energía y protegemos la batería de nuestro vehículo.
El objetivo esencial del reciclaje de las baterías es el prevenir la contaminación del medio, si bien, la recuperación del plomo de las baterías, el principal componente de la mayoría de los acumuladores que se usan en el mundo, es una práctica de todo, menos ecologista, en las regiones más pobres de Asia, Latinoamérica y África.
Una vez que tenemos el motor en marcha, no debemos pisar el acelerador. El sistema electrónico de inyección facilita la cantidad de carburante adecuada sin acelerar. Cuando acciona el acelerador, está enviando un exceso de carburante que no se quema y se diluye en el aceite, restándole propiedades y multiplicando el desgaste de las piezas del motor que aún están sin lubricar. Es decir, perjudicamos a nuestro coche y contaminamos más.
Cuando conducimos, “el pie siempre fuera del embrague” (anda que no lo repetimos a nuestros alumnos). Sólo lo presionaremos al cambiar de marcha, así evitaremos el desgaste por rozamiento, antes de tiempo del cojinete de empuje, y tener que cambiar el kit completo de embrague.
En los atascos o en los semáforos en rojo, la palanca de cambio a la posición de punto muerto y “el pie fuera del pedal de embrague”.
Al conducir, las manos en el volante. Si no apoyamos la mano derecha en la palanca de cambio evitaremos posibles holguras y que las marchas “entren” y “salgan” correctamente.
Al repostar combustible es mejor no apurar el depósito de carburante para que las impurezas no lleguen al motor ni tengamos que sustituir antes de tiempo la bomba y los inyectores. Además, con el circuito limpio contaminaremos menos.
¿Quién al aparcar alguna vez ha golpeado los neumáticos contra los bordillos? ¿O ha dejado pellizcada la goma con el borde de la acera? Hay que tener mucho cuidado porque un golpe fuerte puede afectar a los rodamientos, modificar los reglajes de la suspensión y desequilibrar las ruedas provocando vibraciones en el volante.
Evitar acelerones bruscos o frenazos bruscos impedirá la sobrecarga del sistema, el deterioro de las pastillas y los discos de frenos; gastaremos menos combustible y contaminaremos menos.
Por último, girar el volante hasta el tope, o dejarlo bloqueado, afecta al estado de la dirección y la suspensión.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad, no sólo para una conducción sostenible sino también para proteger nuestro vehículo.
Disfrutad del fin de semana
