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Continuando con los puntos a revisar al comprar un coche de segunda mano hoy veremos cómo comprobar el estado del motor, los niveles, la batería, la dirección, los bajos del coche y en qué fijarnos al probar el coche en movimiento. Esperamos que os sea de utilidad.

motorcochePara revisar cómo está el motor lo primero es pedir al propietario que nos abra el capó, obviamente, con el coche parado, en un lugar totalmente llano y el contacto quitado. Aquí nos será de utilidad una linterna.
Sujetaremos el capó para que no se nos caiga encima, bloqueándolo con el enganche correspondiente y miraremos bien, fijándonos si alguna parte o alguna pieza se ve más limpia o nueva que el resto. Lo normal es que tenga bastante polvo, si es excesivo o si se ven churretes de aceite o gotea algún otro líquido en alguna pieza o en la tapa de protección de debajo del motor, no sería muy buena señal. Si vemos que está muy limpio en conjunto, será porque el coche sea muy nuevo y apenas le hayan hecho kilómetros. Si es viejo y está muy limpio, desconfía.

Lo que sí tenemos que ver limpios y sin ningún indicio de corrosión son los terminables de los cables de conexión con los bornes de contacto de la batería.

Después comprobaremos el aceite. Con la ayuda de un trapo o un pañuelo de papel, sacaremos y limpiaremos la varilla del aceite. La colocaremos y la volveremos a sacar viendo si el aceite está entre el máximo y el mínimo marcados y analizando el color del aceite. Si el coche es diesel, el aceite suele ser oscuro, casi negro; si es gasolina y no hace mucho que se cambió el aceite, éste es más bien verde aceituna. En ninguno de los casos tiene que ser demasiado espeso.

Comprobar el nivel del líquido de frenos sin pasar por un taller puede resultarnos complicado si el cilindro maestro no es transparente. Si lo es, es más fácil ver si el líquido está entre los indicadores de mínimo y máximo. Si está por debajo del mínimo seguramente es que los frenos hayan tenido un uso excesivo. El color del líquido de frenos debe ser marrón, si es demasiado oscuro o negro es que hay que cambiarlo.

frenos ruedaEl estado del líquido de frenos es muy importante, ya que si absorbe demasiada humedad del ambiente, reduce su temperatura de ebullición y a la hora de frenar vamos a tener menos efectividad.

El libro de mantenimiento y las facturas de los talleres, pueden sernos de utilidad para comprobar cuándo se ha cambiado por última vez (hay que hacerlo cada dos años, aproximadamente).

A continuación echaremos un vistazo al anticongelante, este líquido evita que se congele el agua del circuito de refrigeración y expulsa el calor al exterior para que no hierva. Igual, tenemos que comprobar que esté entre el mínimo y el máximo.

Una vez terminadas estas comprobaciones, cerraremos el capó dejándolo caer desde unos 20 centímetros aproximadamente para comprobar que cierra y se bloquea bien.

Desde la parte delantera nos agacharemos y miraremos con la linterna la tapa del motor desde abajo, tanto los bordes como los agujeros de drenaje tienen que verse secos, sin goteo alguno y debe estar bien sujeta y sin golpes. Seguramente que tengamos que tumbarnos en el suelo para verla bien.

Nos iremos a un lado y comprobaremos los fuelles de transmisión exteriores, los de las ruedas delanteras. Los fuelles de transmisión son fundas de goma que protegen la parte que lleva el movimiento del motor a las ruedas. Para comprobar el estado de los de las ruedas delanteras, giraremos éstas a tope, primero a un lado y luego a otro.

Los fuelles interiores, los de las ruedas traseras, no podremos comprobarlos salvo en un taller, pues se precisa de un foso.

tubo de escapeEs el momento de pedir al vendedor que arranque el coche para comprobar el tubo de escape (no tiene que moverse ni estar descolgado en ningún punto de su línea). Si al arrancar vemos un denso humo de color blanco, que tarda en diseminarse, puede ser un indicador de que el coche tiene algún problema. Aunque algunos coches, con mucho frío, al arrancar por primera vez el coche por la mañana también pueden expulsar mucho humo blanquecino hasta que se calientan. También, algunos coches viejos expulsan un humo oscuro debido a una inadecuada combustión de los gases.

Lo correcto sería no ver ningún humo y que el arranque sea suave y a la primera, sin ruidos roncos ni golpes.

cuenta lkilomentrosNos metemos en el coche y comprobaremos la dirección. Para eso, con el coche arrancado, en punto muerto y con el freno de mano puesto moveremos el volante. Mientras lo movemos tenemos que observar que la rueda delantera izquierda responde instantáneamente al movimiento del volante. Si tarda es que la dirección tiene holgura. Al hacerlo no tenemos que oír ningún ruido, salvo el roce de la rueda en el suelo.

Para comprobar la transmisión, nos sentamos en el asiento del conductor y apoyamos suavemente la palma de la mano en el pomo de la palanca de cambios. Si con el coche en ralentí no notamos vibraciones ni golpes, es que está bien.

Es el momento de la probar el coche circulando. Normalmente, será el vendedor el que conduzca. Nosotros nos tenemos que centrar en escuchar para detectar posibles golpetazos, zumbidos o ruidos extraños.

Le pediremos que encienda la calefacción, el aire acondicionado, las luces, los intermitentes, los limpia, los elevalunas eléctricos, la radio, de una en una… Observando cómo funcionan con el coche en movimiento. Si salta algún chivato. Si los cinturones tensan correctamente. Si chirría el pedal de freno, es un indicador de que las pastillas están desgastadas.

El recorrido debe ser en un poblado urbano y por carretera, con cuestas, cambios de rasante, curvas, tramos en los que se pueda poner a más velocidad. La forma de conducir del propietario puede decirnos detalles sobre los posibles vicios en la conducción y el cuidado que tiene con el coche. Recordad: Pie izquierdo fuera del embrague y la mano derecha no tiene que ir apoyada ni en la palanca de cambios ni en el freno de mano, sino que tiene que sujetar, junto la otra, el volante.

Cuando paremos saldremos del coche y con el motor encendido escucharemos a través del capó el ruido del motor, que tiene que ser regular, sin sobresaltos. Observaremos el humo que expulsa el tubo de escape mientras pedimos al vendedor que acelere un par de veces. Si el humo es blanquecino o azulado, es mejor no comprar el coche.

conduciendo un cocheDespués pediremos al dueño que nos deje probarlo. Nos sentaremos y regularemos el asiento y los retrovisores para ponernos cómodos. Al conducir lo haremos de forma suave, probando el recorrido del pedal del embrague. No debería crujir ni tener que pisarlo a fondo para meter las marchas. Éstas no deben salirse ni al acelerar ni al soltar el pie del pedal de aceleración.

Intentaremos probar cómo se comporta el coche en cuestas; un buen sitio para comprobarlo es la salida de los parkings subterráneos de los centros comerciales.

En zonas industriales poco transitadas, deberíamos intentar probar los frenos. Primero con las manos apoyadas un poco en el volante para ver si al frenar el coche se va hacia algún lado y luego frenando con energía hasta que el coche esté totalmente parado.

Si circulamos por carreteras con curvas, al salir de una curva pronunciada podemos soltar el volante para ver si el coche se va o tiende a corregir el giro.

En calzadas con adoquines o en pasos de peatones elevados podemos probar el estado de los amortiguadores. Si no dan muchos vaivenes y no oímos mucho ruido es porque suelen estar bien.

Es importante que si el coche trae extras, como la velocidad de crucero el vendedor nos diga cómo activarla y desactivarla (aunque, normalmente, se suele desactivar pisando el pedal de freno o el acelerador).

Esperamos que todos estos consejos os sean de utilidad antes de comprar un coche que “no conocéis”, aunque desde luego, que si podéis consultar a un mecánico, mejor que mejor.

Feliz fin de semana.

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