El frío, el hielo, la humedad perjudican a la batería y a otros elementos de los vehículos y más si no “duermen” en garaje. Es por eso que mantener nuestro coche en perfecto estado es fundamental para prevenir posibles averías y ganar en seguridad. Hoy vamos a repasar qué componentes tenemos que revisar para no sufrir ningún percance en la carretera.
Con el frío intenso de estas últimas semanas qué mal sienta intentar arrancar el coche por las mañanas para ir al trabajo y que éste no se encienda. Eso es debido a que, con temperaturas gélidas, las baterías suelen descargarse o dar problemas, sobre todo si tienen más de tres años de uso. Por lo que es recomendable limpiar la tapa y los bornes de la batería con un trato antiestático (para evitar que nos de alguna descarga accidental). Conviene también revisar si hay una buena conexión eléctrica, examinando los bornes de conexión y apretándolos. Al menor indicio, de fallo, llevarlo al taller.
Según RACE las averías más comunes, que atendió en el 2017, derivadas de la falta de mantenimiento y de la antigüedad de los vehículos, fueron debido a problemas con la batería y después al mal estado de los neumáticos.
En esta época del año, las gomas de los neumáticos se resienten mucho con las temperaturas muy frías, empeorando el agarre y la potencia de frenado. Es fundamental revisar la profundidad del dibujo del neumático y comprobar la presión, cada semana, para que en caso de tener que evacuar el agua de lluvia, pueda hacerlo sin problemas y evitar el aquaplaning.
Y si podéis utilizar neumáticos de invierno, mejor, sobre todo si vivís en la Sierra.
Es necesario revisar los niveles de refrigerante (mal llamado anticongelante) y el aceite para evitar posibles averías en el motor, bien por calentamiento o por fricción excesiva de las piezas. Recuerda que hay que sustituirlos a los kilómetros marcados por el fabricante del vehículo.
Así mismo, durante el invierno, las luces suelen fallar más debido a que los faros se empañan y se ensucian más afectando a la visibilidad y aumentando posibles deslumbramientos.
También debemos comprobar que las escobillas de los limpiaparabrisas y el mecanismo completo funcionen correctamente. Con el frío las gomas de los “limpia” se endurecen y pierden eficacia pudiendo no limpiar el cristal correctamente e incluso arañarlo.
Por último, os recomendamos leer el artículo que publicamos el año pasado con algunos consejo para proteger tu coche del hielo, seguro que os vienen muy bien recordarlos.
Feliz fin de semana.