Cuando te sacas el carné de conducir, es muy probable que el primer coche que te compres, o te compren, sea de segunda mano. Si lo compras en un concesionario, lo normal es que te lo den revisado, pero si el vendedor es un particular es conveniente que lo revises bien, antes de firmar nada. En el artículo de esta semana y en el de la que viene te damos algunas recomendaciones de los puntos que debes inspeccionar y cómo deben estar antes de comprarlo.
Lo primero que recomendamos es preguntar al propietario del vehículo por qué lo vende y el uso que le daba. Si ha tenido algún golpe; en caso afirmativo: cómo fue y si está reparado.
Intentaremos averiguar si el kilometraje que marca, se corresponde con la antigüedad del vehículo y con el uso que hacía del coche. Como referencia, debéis saber que un coche diésel al año puede hacer entre 20.000 a 25.000 km. y un gasolina, algo menos, entre 15.000 a 20.000. Si fuera muy inferior, puede que tuviera algún problema o que el cuentakilómetros esté manipulado.
El desgaste del volante, del salpicadero, la tapicería (sobre todo, la del asiento del conductor), los reposacabezas, los reposabrazos, el pomo de la palanca de cambio, los pedales, los tiradores de las puertas, la holgura de la puerta del conductor (a más holgura más uso)… Nos pueden dar pistas sobre si el coche ha tenido mucho uso o no.
A continuación, comprobaremos que funcionan las dos llaves y/o los mandos a distancia. Si la radio se activa con un código, el vendedor debe facilitártelo; para que cuando tengas que cambiar la batería, puedas volver a activarla.
Después pediremos al dueño del coche que nos deje ver la ficha técnica del vehículo, para ver los datos del titular, marca y modelo del coche, número de bastidor, matrícula, fecha de matriculación y período de validez. En la ficha técnica aparece una número de cuatro dígitos: los dos primeros clasifican los vehículos por criterios de construcción (desde el 01 al 70, desde vehículo de tracción animal a militares) y los dos últimos hacen referencia a los criterios de utilización (van desde el 00 al 78, desde sin especificar a quitanieves). Si el código es 1041 es un turismo destinado a alquiler, lo que tendríamos que pagar el impuesto de matriculación para poder un uso particular. Si no lo cambiáramos la ITV la tendríamos que pasar todos los años, aunque el coche tuviera menos de 10 años.
Si el coche llevara algún accesorio que no esté homologado de serie (alerones, llantas, luces xenón, etc.) debemos comprobar en la ficha técnica que se encuentra anotado en “reformas autorizadas”.
Miraremos si la ITV está pasada y si tuvo alguna incidencia, aunque fuera leve, si está solucionada.
Pediremos al vendedor que nos entregue el libro de mantenimiento con las inspecciones y posibles reparaciones realizadas y si guarda las facturas, que nos la enseñe. Nos fijaremos en los sellos del taller, si son muy similares en cuanto a la tinta, el trazo, la posición, si son todas del mismo taller, si vemos que las grapas se han movido, quizás pueda estar manipulado.
Si el propietario está dispuesto a entregarnos toda la documentación y la tiene guardada y organizada en sólo lugar junto a la ficha técnica, el permiso de circulación y el recibo del seguro, es buena señal.
Comprobaremos si funcionan las luces (de posición, de cruce, largas, de emergencia, marcha atrás), los intermitentes, la calefacción y el aire acondicionado (o el climatizador), la holgura del freno de mano, la retracción de los cinturones, el estado de la tapa de la guantera, los elevalunas eléctricos, los limpiaparabrisas delanteros y traseros…
Conviene preguntar al vendedor por los neumáticos, sobre cuándo los cambió, e intentar verificar la fecha de fabricación de los neumáticos (los dos primeros dígitos hacen referencia a la semana de fabricación, y los dos últimos, al año). Si el coche tiene menos de tres años y pocos kilómetros, los neumáticos seguramente serán los originales y la fecha que marquen será muy similar a la fecha de fabricación del coche, también del neumático de repuesto.
Miraremos que ni las llantas ni los neumáticos tengan deformaciones o abolladuras.
Intentaremos ver si el desgaste en los neumáticos delanteros es homogéneo, si fuera irregular, probablemente tenga algún problema. Si vemos que esté más desgastado por los laterales es porque, probablemente, estén a una presión más baja que la recomendada.
Para ver el uso podemos fijarnos en los taquitos de goma situados en el fondo de las principales ranuras del dibujo del neumático: si está hundida es que tiene poco desgaste, pero si se encuentra a ras significa que hay que cambiarlo ya.
Según el uso y de si el coche duerme o no en garaje, los neumáticos pueden durar unos cinco años.
Tenemos que pedir que al vendedor que tenga localizada la llave antirrobo para desmontar los neumáticos; al comprar el coche, nos la tendrá que entregar.
Para verificar el estado del coche por fuera, es mejor que esté en un sitio con el suelo nivelado y en sombra, para evitar los reflejos del sol. Frente al coche, delante y en cuclillas miraremos los bajos a cierta distancia para ver que no cuelgue nada por abajo y que el coche no esté inclinado hacia alguno de los lados. Las ruedas tienen que estar perpendiculares al suelo.
Para revisar el estado de la carrocería examinaremos si la chapa tiene arañazos, agujeros, señales de óxido, irregularidades en la superficie (aquí un imán puede servirnos de ayuda)…
Abriremos las puertas y examinaremos el borde inferior, las gomas del borde superior de los marcos y cercos de éstas. Comprobaremos si hay restos de pintura en las juntas de la goma del maletero o del portón trasero. Buscaremos posibles abolladuras o soldaduras sospechosas para preguntar por ellas. Miraremos si están las juntas de las puertas, el maletero, el capó… están muy juntas o separadas (cuando deberían de estar paralelas y simétricas) podrían indicar que el coche había tenido un golpe y no se reparó adecuadamente.
Examinaremos las lunas, los faros y los espejos del coche en busca de rayones o posibles piquetes; verificaremos el buen estado del tapón del combustible.
Sentados en el interior del coche con las puertas cerradas y las ventanas subidas intentaremos detectar olores a humedad o moho. Con el contacto encendido pero sin arrancar el motor, comprobaremos que se encienden los testigos en el panel y que luego se apagan todos menos el de “stop”, “contacto o batería” y el del “freno de mano” (si estuviera puesto, normalmente se pone al aparcar).
Hasta aquí el post de hoy. En el próximo os hablaremos sobre qué cómo comprobar el estado del motor, los niveles, la batería, la dirección y otros aspectos más “mecánicos” del coche, así como en qué fijarnos al probar el coche en movimiento.
Disfrutad del fin de semana. Hasta el próximo viernes.
Como siempre, os esperamos el próximo viernes.
Feliz fin de semana.