¿Te viste sorprendido por la intensa granizada de la tarde de ayer? En cuestión de minutos, las carreteras se cubrieron de una espesa capa de granizo, tirando ramas y hojas en las carreteras y un sinfín de incidencias que afectaron tanto a conductores como a peatones.
Aunque este tipo de granizadas son poco frecuentes, el cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos más extremos e impredecibles. Para futuras ocasiones, es recomendable:
– Evitar aparcar bajo árboles o estructuras débiles.
– Refugiar el coche en garajes o zonas cubiertas si hay alerta de tormenta.
– Estar atento a los avisos de la AEMET y redes sociales oficiales de emergencias.
Si te sorprende conduciendo:
1. Reduce la velocidad con suavidad:
– No frenes bruscamente: el granizo hace que el asfalto se vuelva muy resbaladizo.
– Suelta el acelerador y pisa el freno suavemente.
2. Enciende las luces:
– Activa las luces de cruce y los intermitentes de emergencia para mejorar tu visibilidad y alertar al resto de vehículos.
3. Busca un refugio seguro:
– Si es posible, detente bajo un puente, paso elevado o una zona cubierta.
– No estaciones bajo árboles o carteles que puedan caer.
4. No salgas del coche:
– El granizo puede alcanzar velocidades peligrosas y causar lesiones. Quédate dentro, con el cinturón puesto.
– El coche es el lugar más seguro hasta que pase la tormenta.
5. Protege el parabrisas:
– Si no puedes resguardarte y los granizos son grandes, gira el coche de frente al granizo (si es seguro hacerlo). El parabrisas está diseñado para resistir mejor que las ventanillas laterales o el techo.
– Si llevas una manta o parasol a mano, y es seguro, puedes usarlo desde dentro para minimizar impactos.
6. Usa el climatizador con precaución:
– Si se forma hielo o vaho en los cristales, activa el aire en dirección al parabrisas para que se desempañe.
Si tu coche fue uno de los afectados por la granizada, aquí te dejamos los pasos que debes seguir para gestionar la situación de forma eficaz:
1. Revisa los daños con seguridad: Antes de mover el vehículo, asegúrate de que no hay daños estructurales graves. Presta especial atención a la luna delantera, la carrocería y el sistema de frenos si has estado en una zona muy afectada.
2. Haz fotos del estado del vehículo: Documenta todos los daños visibles desde diferentes ángulos. Estas imágenes serán fundamentales a la hora de presentar un parte al seguro.
3. Contacta con tu aseguradora: Informa lo antes posible. Si tienes cobertura por fenómenos atmosféricos, el seguro podría cubrir los desperfectos sin necesidad de declarar culpables.
4. Solicita un peritaje: En muchos casos, será necesario que un perito valore los daños antes de autorizar la reparación.
5. Repara en un taller de confianza: Opta por talleres recomendados por tu seguro o con buena reputación. Si el coche necesita reparación urgente, guarda todas las facturas y partes de trabajo.