Para finalizar el tema de las maniobras, en el artículo de hoy trataremos cuándo, cómo y dónde podemos adelantar, parar, detenernos o estacionar cuidando nuestra seguridad vial y evitando posibles sanciones.
Esperamos que os sea de utilidad para conocer y/o recordar lo esencial de estas maniobras.
Adelantamiento: Es sobrepasar a un vehículo que circula delante de nosotros a un velocidad inferior. Normalmente, se debe realzar por la izquierda, aunque podemos adelantar por la derecha a vehículos que pretendan girar a la izquierda; a los tranvías que, en vías de doble sentido, circulen por el centro, separando ambos sentidos y, dentro de un poblado, en una vía con varios carriles. No es adelantamiento, si estamos en un atasco y en el carril de la derecha se circula algo más rápido que en el resto de los carriles. Tampoco se considera adelantamiento el producido entre ciclistas que van en grupo.
Antes de adelantar debemos comprobar que podemos hacerlo sin riesgo; señalizarlo con suficiente antelación para que el resto de conductores se percaten de nuestra maniobra; mantener una separación lateral proporcional a la velocidad, anchura y características de la carretera y, regresar a nuestro carril de forma progresiva y en el menor tiempo posible.
Si nos adelantan debemos no acelerar, intentar ceñirnos al borde derecho de la carretera y evitar maniobras que impidan adelantar.
No podemos adelantar en lugares en los que no tengamos buena visibilidad, excepto que los sentidos de la circulación estén claramente delimitados y no sea necesario invadir el sentido opuesto.
Tampoco se permite adelantar en pasos de peatones y pasos a nivel. En intersecciones, salvo si adelantamos por la derecha a vehículos que giren a la izquierda. En los túneles o pasos inferiores que sólo tengan un carril para cada sentido. Y por supuesto, está prohibido el doble adelantamiento, es decir, adelantar a otro vehículo que esté adelantando.
Si vamos por una vía y encontramos un vehículo averiado en nuestro carril, podremos adelantarle por la izquierda aunque en ese tramo esté prohibido.
También podremos adelantar a peatones, bicicletas, ciclomotores, animales y vehículos de tracción animal (ya no muy habituales, la verdad) en los tramos de vías que esté prohibido el adelantamiento pero que no haya ningún peligro ninguno, ni para los que van a ser adelantados ni para los usuarios en general, y aunque para ello haya que ocupar parte del sentido contrario.
Parada: Esta maniobra es frecuente en los poblados. Consiste en inmovilizar el vehículo por menos de dos minutos sin abandonarlo o, al menos, sin perderlo de vista. No podemos parar ni en curvas ni en cambios de rasante si no tenemos visibilidad, ni en los túneles, ni el pasos a nivel o de peatones, ni en los carriles de los transportes públicos, ni en las zonas señalizadas para uso exclusivo de personas con movilidad reducida.
Detención: Esto es la inmovilización de un vehículo por una emergencia (ya sea una avería, un mareo o porque haya entrado un insecto al habitáculo del vehículo y hay riesgo de distracción), por circunstancias del tráfico (como un embotellamiento, un accidente…) o para cumplir un precepto reglamentario (una señal de STOP, la indicación de un Agente de tráfico o un semáforo en rojo).
Estacionamiento: Todo lo que no sea parada o detención es estacionamiento. Sólo podemos estacionar en los lugares en los que se permite aparcar. Si está prohibido parar, tampoco podremos parar. No se puede estacionar ni en aceras, ni en paseos, ni en vados, ni en doble fila.
Al estacionar es frecuente que tengamos que emplear una maniobra complementaria: La de marcha atrás. Antes de hacerla recordad la regla de seguridad RSM (Retrovisor – Señal – Maniobra) y ejecutarla con mucha precaución para asegurar tu seguridad vial y la de los demás.
Si nos encontramos en un callejón sin salida, también podemos desplazarnos marcha atrás hasta que consigamos salir, incluso invadiendo un cruce; pero recuerda que como norma general, circular marcha atrás está prohibido.
Ten siempre presente que el conductor que realiza una maniobra no tiene preferencia. Las estadísticas indican que un buen porcentaje de los accidentes se deben a las malas maniobras, es por esto que se debe conducir considerando los derechos de los demás; viendo, señalizando y si no hay peligro, ejecutándola con la máxima precaución posible.