Estrenamos febrero con una temperatura inusual. Llevamos unos días que parece primavera. Pero estamos en invierno y en cualquier momento, puede surgir cualquier contratiempo como encontrarnos con hielo en el asfalto por las mañanas y que nos patinen las ruedas, o niebla como la de ayer o sorprendernos una nevada en la Sierra y tener que colocar las cadenas, o tener una avería de las más inoportuna o ser testigos de un accidente… Sea el incidente que sea, hoy os contamos qué hacer en cada caso. Pero recordad, lo primero de todo: intentar mantener la calma, no ponernos nerviosos, para poder actuar adecuadamente.
En caso de accidente debemos poner en práctica la conducta PAS (Proteger, Avisar y Socorrer), de la que ya os hemos hablado en alguna ocasión.
“Proteger” consiste en señalizar con las luces de emergencia y aparcar el coche en un lugar seguro, ponernos el chaleco antes de salir del coche y colocar los triángulos de seguridad, a 50 metros del vehículo pero que sean visibles a 100 metros (en vías de doble sentido por delante y por detrás y, en autopistas y autovías, sólo por la parte trasera).
A continuación, “Avisar” a los servicios de emergencias, llamando al 112 y aportando información sobre el lugar exacto del accidente, carretera, punto kilométrico, si hay heridos y cuántos, si están atrapados o han podido salir, si están sangrando…
Lo último es “Socorrer” a los heridos en la medida de nuestras posibilidades, pues no es recomendable moverlos ni quitar el casco a los motoristas. En principio, basta con acompañarlos, intentando que se tranquilicen mientras llega la ambulancia y, en caso de necesidad y si sabemos hacerlo correctamente, practicar los primeros auxilios.
Si tenemos una avería (en invierno las más frecuentes son: el fallo de la batería, los neumáticos, el motor, el alternador y el motor de arranque): “Proteger” nuestro coche (y protegernos) y “Avisar” a la grúa para que venga a por nosotros.
Si podemos aparcar en un lugar seguro es mejor permanecer dentro del coche con el cinturón de seguridad puesto, tanto nosotros como el resto de ocupantes de nuestro vehículo.
Si el coche se ha parado en mitad de la carretera, nos pondremos el chaleco y sacaremos al resto de viajeros, bien abrigados, para llevarlos a un lugar seguro, alejado de la vía.
Si nos quedamos atrapados en la nieve, intentaremos dejar nuestro vehículo lo más cerca posible del borde de la calzada (señalizando con las luces de emergencia nuestra posición) para no obstaculizar el paso de la quitanieves. Si no hay un lugar en el que resguardarnos con seguridad, es mejor permanecer en el interior del coche y utilizar la calefacción con moderación para no helarnos de frío.
En invierno es obligatorio viajar con cadenas. Hay varios tipos: metálicas, semi-automáticas, textiles y sprays.
Las más utilizadas son las metálicas y las textiles, pero sólo se pueden utilizar en los tramos nevados. En el momento que cese la nieve, debemos quitarlas. Con ellas puestas no podemos circular a más de 40 Km/hora.
Las textiles son las más sencillas de colocar, como una funda que abrazan las ruedas. Para terminarlas de poner, basta con avanzar media vuelta y colocarlas sobre la parte del neumático que antes apoyaba en el suelo.
Las cadenas metálicas son algo más complicadas de instalar: primero, debemos desabrochar el aro rígido y pasar el extremo tras la rueda, deslizándolo por el suelo; a continuación, tomaremos los extremos y cerraremos el aro interior, comprobando que quede bien centrado; cerraremos el anillo exterior y centramos el conjunto sobre la zona de rodadura y los lados del neumático; para finalizar apretaremos para tensar y engancharemos el sobrante de la cadena para que no golpee la rueda al girar. Es conveniente que, tras rodar un poco, volvamos a comprobar si necesita que se vuelva a tensar.
Los sprays son poco recomendables por su escasa fiabilidad.
… Y recordad tened prudencia.
