Hace unos meses os hablamos de que conducir con las chanclas y sin camiseta en verano era motivo de sanción. Hoy, con el frío intenso de estos últimos días de otoño, queremos recordaros cuál es la ropa adecuada para conducir, por qué es un peligro conducir con el abrigo puesto, qué ropa debemos evitar al volante, cómo debemos calzarnos antes de coger el coche, por qué es aplicable también a los niños y cuál debe ser la temperatura del interior del habitáculo para conducir con seguridad.
Aunque en el Reglamento General de Circulación no se prohíbe de forma expresa ninguna prenda al conducir; en la Ley de Seguridad Vial (Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, BOE 31 octubre 2015, que entró en vigor el 31 enero de 2016) en su artículo 18 sí: “El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”; por lo que si lo estiman oportuno, los agentes de tráfico nos pueden multar.
Son muchos los conductores que conducen con demasiada ropa e incluso con el anorak puesto, sobre todo en trayectos cortos. El frío, las prisas y lo que tarda en calentarse el coche son los motivos por los que muchos, en bastantes ocasiones, cometen esa imprudencia.
Una imprudencia que puede costarnos la vida, porque con el abrigo puesto, o con prendas muy gruesas, el cinturón puedo funcionar mal, aunque creamos que nos sujeta bien puede que nuestro cuerpo recorra unos centímetros más y nos acerquemos en exceso al volante. Además, mucha ropa o ropa abultada puede limitar nuestros movimientos.
Lo ideal es conducir con ropa cómoda que no limite nuestra movilidad ni nuestra visibilidad.
Está prohibido conducir con bufandas o pañuelos que, en caso de accidente, puedan engancharse en alguna parte del asiento y nos dejen atrapados en el interior del vehículo; nada de orejeras o gorros, que limiten nuestra audición, ni guantes gruesos, que resbalen o no nos dejen sujetar bien el volante o cambiar las marchas.
En cuanto al calzado, nada de conducir con botas de nieve o de lluvia o con botas rígidas o con la suela muy gruesa, y por supuesto, nada de tacones. Si tenemos una fiesta, cena o comida de empresa, tan típicas de estos días, antes de dar al contacto, debemos cambiarnos de zapatos, para que no perder el tacto de los pedales ni que se nos quede enganchado.
Los peques de la casa deben viajar también sin abrigo para evitar posibles fallos en los sistemas de retención infantil.
Es recomendable encender la calefacción del coche, para calentarlo previamente, y usar ropa interior y camisetas térmicas que nos aíslen del frío.
La temperatura idónea es 22 o 23ºC. A más de 24ºC nos puede provocar somnolencia.
Esperamos que sigáis estas recomendaciones.
Feliz fin de semana.