El temporal de nieve que cayó en la noche del sábado al domingo, 7 de enero, colapsó algunas carreteras españolas (sobre todo la AP-6). Unos tres mil vehículos quedaron atrapados durante unas 15 horas. La intensa nevada obligó a cortar el tráfico de la autopista entre los kilómetros 80 y 60, en sentido Madrid, y entre el 52 y el 80, hacia La Coruña. Quiénes son los responsables o por qué no hizo algo Fomento para prevenirlo, son materias en las que no nos vamos a meter. Lo que sí queremos tratar es cómo actuar en esos casos, cómo preparar nuestro viaje ante la previsión de nevadas

Ante el anuncio de posibles nevadas, y más si se trata de un temporal, debemos ser conscientes de los peligros con los que nos vamos a encontrar. Viajar sin neumáticos de invierno y sin cadenas puedo traernos problemas, y más aún si se hace de noche y la nieve se hiela. Los neumáticos siempre con la presión correcta o algo inferior para poder salir mejor de la nieve.

El depósito lleno: un coche en ralentí para que funcione la calefacción consume entre 0,9 y 1,2 litros/hora con los consumibles habituales. Si viajamos con menos de medio depósito tendríamos para menos de 15 horas.

Antes de emprender viaje recuerda llevar el móvil cargado y alguna batería externa para poder recargarlo en caso de necesidad. Una o dos mantas, linterna, agua, frutos secos o barritas energéticas, ropa de abrigo, guantes, un silbato y hasta cartones (para apoyarnos al poner las cadenas).
Y revisa que lleves y estén en buen estado lo elementos de emergencia que obliga la ley: chalecos reflectantes, triángulos de emergencia, luces de repuesto…

Al viajar no pongas la calefacción muy alta, procura llevar una temperatura estable para mantenerte activo.

Si no hay mucha nieve en la carretera, y vamos sin cadenas, lo recomendable es seguir las rodadas de otros vehículos, pero si hay mucha nieve se consigue mejor agarre pasando por zonas sin pisar.

Si circulamos en zonas nevadas y con cadenas: con poca nieve, iremos por zonas limpias de huellas de otros neumáticos y, si hay mucha, por las rodadas.

Recuerda llevar una conducción preventiva, manteniendo el doble de la distancia de seguridad obligatoria habitual con el coche de delante y tratando de circular siempre en la marcha más larga posible y a un régimen de entre 1.500 y 2.500 rpm para no romper bruscamente la adherencia de los neumáticos al pavimento.

Recuerda usar el volante y el acelerador con suavidad para no bloquear la dirección ni patinar en exceso.

Si tienes que frenar utiliza el freno motor siempre que puedas, manteniendo las ruedas rectas, el volante recto, para no perder el control del coche.

Si notamos que la parte trasera de nuestro vehículo se descontrola, debemos girar el volante en sentido contrario y enderezarlo en cuanto veamos que el coche se recupera.

Si nos damos cuenta de que, por el contrario, el coche no gira, tenemos que levantar el pie del acelerador y abrir la dirección para recuperar la adherencia.

Si nuestro coche cuenta con un sistema ESP de control de estabilidad, debemos desconectarlo, ya que al detectar que el suelo está deslizante podría frenar impidiendo que podamos circular.

Si siguiendo estos consejos ves que no puedes avanzar, desde el primer momento que lo percibes, échate a un lado, no te quedes bloqueando la calzada para que puedan pasar otros coches y, sobre todo, la quitanieves.

Al parar, enciende las luces de emergencia para que puedan verte. Procura mantener el coche en ralentí para que siga funcionando la calefacción. Pide ayuda al 112 (si no ves a los servicios de emergencia por allí o a las quitanieves).

Si se prolonga la retención coge la manta y tápate para no quedarte frío. Procura no salir del coche y mantenerte despierto para controlar la evolución de la nevada.

Y, por último, añadiríamos una cosa más que no viene en ningún manual, pero que creemos que es muy importante por la seguridad vial de todos: respeta el trabajo de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, Protección Civil y Emergencias.

Precaución y paciencia. Buen viaje.

Os esperamos la semana que viene. Ser felices.