Esta semana ha vuelto a llover y de qué manera. Si ya se suele ir nervioso al examen práctico de conducir, si encima llueve, el miedo puede llegarnos a bloquear delante del volante con el examinador sentado en el asiento de atrás. Pero… ¡Que no cunda el pánico! ¡no os preocupáis!, hoy os vamos a dar unos consejos para aprobar el examen y obtener el carné de conducir, aunque llueva y tengamos un examen “pasado por agua”.
Cuando llueva o haya indicios de que pueda llover, antes del examen, asegúrate de cómo funcionan las luces (sobre todo, las de cruce y las antiniebla) y los limpiaparabrisas.
Una vez en el examen, después de ponerte el cinturón de seguridad y colocar los espejos, enciende el motor y enciende las luces “cortas”. Recuerda que debes ver y hacerte ver sin deslumbrar al resto de conductores.
Las luces antiniebla sólo debes usarlas si hay niebla o si las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables: lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo. No se te olvide quitarlas una vez cese esa situación.
Ajusta la velocidad de los “limpia” en función de la densidad de la lluvia; también el trasero.
Controla la velocidad. Ve más despacio que si no lloviera y evita movimientos bruscos o frenazos, para que no patinen las ruedas.
Aumenta la distancia de seguridad para no perder visibilidad a causa del agua proyectada por el resto de los vehículos.
Frena despacio y evita pasar por encima de charcos. Si no te queda más remedio porque el agua inunda el carril de la carretera, reduce mucho la velocidad, sujeta bien el volante e intenta no chapotear al resto de usuarios de la vía.
Utiliza constantemente los espejos para controlar quien pasa alrededor: una moto, un ciclista…
La lluvia aumenta nuestra fatiga al volante, por lo que puede que el examen se te haga interminable; pero no te desconcentres, respira hondo y piensa, durante todo el trayecto, que vas a aprobar…
¡Y suerte!