Ahora que ya conoces cómo cambiar las marchas en pendientes de subida y de bajada, es el turno de aprender a aparcar en cuesta, hoy veremos cómo aparcar cuesta abajo y la semana que viene, cuesta arriba.
Aunque de primeras, puede parecer una maniobra complicada es cuestión de aprender muy bien, paso a paso, los movimientos que debes hacer y luego practicar en las clases de conducir con tu profesor.
Si ya tienes el carné de conducir, pero hace tiempo que no te pones delante del volante de un coche, ven a nuestra autoescuela Pit Lane, en El Boalo, y en pocas clases prácticas, volverás a recuperar la seguridad al volante y aparcarás en cuesta sin ninguna complicación.
Lo primero, al aparcar sea en cuesta o en llano, una vez elegido o encontrado sitio, es señalizar con el intermitente la intención de aparcar.
Si vas a estacionar cuesta abajo, en línea en la calzada derecha, debes situar el coche en paralelo al vehículo que está aparcado delante del hueco, a una distancia aproximada de un metro y haciendo coincidir los espejos retrovisores (igual que cuando aparcas en llano).
Para evitar que el coche vaya hacia delante (que caiga por la cuesta) pon el freno de mano, si la pendiente es muy pronunciada. A continuación, mete marcha atrás en línea recta. Cuando notes que el coche intenta avanzar, quita el freno de mano y acelera despacio mientras sueltas el embrague. Ahí está la clave en jugar muy bien con el acelerador y el embrague.
Cuando por la ventanilla trasera derecha veas la esquina trasera izquierda del otro coche, párate. Gira la dirección a la derecha y vuelve dar marcha atrás hasta que por tu retrovisor izquierdo veas el faro delantero derecho del coche de atrás o hasta que tu retrovisor derecho coincida con la parte final del vehículo de delante. Recuerda seguir jugando bien con el acelerador y el embrague.
Cuando tu coche forme un ángulo de 45º con los vehículos estacionados gira el volante a la izquierda y da marcha atrás controlando con el acelerador y el embrague para evitar dar un golpe al de detrás.
Una vez estacionado, pon el freno de mano y gira las ruedas hacia la derecha, apuntando al bordillo.
Mete la marcha atrás para asegurarte de que el coche no se vaya a mover.
Si vas a aparcar cuesta abajo, en paralelo en la calzada izquierda, debes hacer lo mismo pero girando las ruedas a la izquierda.
Estacionar en batería o en diagonal cuesta abajo es bastante más fácil, sólo has de girar el volante y meter el coche. Asegúrate después de poner bien el freno de mano y la marcha atrás y ya está: «APARCAO.»