El fin de semana pasado con puente en Madrid y Las Fallas en Valencia, el lunes de regreso a la capital por la A3 se hizo muy, muy pesado. La carretera parecía despejada y de repente un atasco, se despejaba y a los pocos kilómetros… ¡O no! Otro atasco… Buscábamos el accidente, las obras, el coche averiado… Pero no, no veíamos nada… Pero ¿por qué parábamos? En el artículo de esta semana os lo contamos, así como la clave para evitarlo, y os damos algunos consejos para saber cómo conducir en un atasco. Esperamos que los apliquéis por “el bien de todos” 😉
Ante un atasco lo primero es armarnos de paciencia y no ponernos nerviosos, pues que avancemos o no, es algo que no depende de nosotros.
Podemos intentar sortear atascos si evitamos salir en las horas con más concurrencia: los viernes desde las tres de la tarde a las doce de la noche, los sábados de ocho de la mañana a las tres de la tarde y los domingos de seis de la tarde a medianoche.
Es importante elegir bien la hora de salida y no ponernos hora de llegada.
Otra cosa que podemos hacer es informarnos de la situación del tráfico antes de salir y ver qué otros itinerarios alternativos podemos tomar si nos viéramos en un atasco.
Los atascos “sin motivo aparente” se suelen producir por lo que llaman “efecto acordeón”; es decir, porque no mantenemos una velocidad constante sin invadir la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede; provocando que si frena uno un poco, el conductor de detrás frene más, el siguiente más y así hasta que nos quedamos todos parados.
A causa del efecto acordeón, desde que el primer coche empieza a circular, por cada kilómetro de cola, el último coche tarda aproximadamente unos dos minutos y medio en arrancar, así que calcula: por cada 20 kilómetros de cola, el último coche tardará casi una hora en ponerse en marcha.
Si todos (porque aquí que intentes tú llevar el mismo ritmo y la distancia de seguridad, y que veas cómo otros vehículos se meten por delante en tu carril, como si se les fuera la vida en ello, no sirve de nada), repetimos: si todos mantuviéramos una velocidad constante y sin invadir la distancia de seguridad de otros vehículos, tendríamos menos agresividad al volante, menos gasto en combustible y menos contaminación… Y adiós, atascos.
Si el motivo del atasco es otro, bien porque haya obras en la calzada, o porque haya un carril cortado, o porque de tres carriles se pase a dos (esto abunda en la carretera de Valencia) o porque haya ocurrido un accidente o porque nos sorprenda alguna condición climatológica adversa y no podemos evitar quedarnos parados, nos conviene tener en cuenta estos consejos:
- Cuidado con los frenazos y los acelerones. En cuanto veamos los coches parados, encender las luces de emergencia y frenar con suavidad dejando bastante espacio con el vehículo anterior para tener espacio para reaccionar por si el de atrás necesitara más distancia de frenado.
- Respirar y permanecer tranquilo. Los nervios se contagian. Si nos impacientamos y pitamos el claxon, seguramente, el resto de conductores comenzarán a pitar y provocaremos bastante caos alrededor. Por el contrario, si controlamos los nervios y los pensamientos negativos, se nos hará más llevadera la espera.
- Comprobar que el reposacabezas del asiento está bien colocado. La parte superior tiene que estar situada a dos o tres centímetros por encima de la parte superior del cráneo. No quitarnos en ningún momento el cinturón de seguridad.
- Escuchar la radio local para entretenernos e intentar estar informados de la evolución del tráfico.
- Comprobar cuánto combustible nos queda y apagar el motor si vemos que vamos a estar más de tres minutos parados.
- Si es verano y hace calor, abrir las ventanillas y que entre el aire. El calor aumenta la fatiga al volante, incluso estando parado.
- Si llegamos a una zona de descanso o a una gasolinera, es recomendable parar, aprovechar para estirar las piernas, tomar algo y reposar combustible. A veces, cuando reanudamos la marcha, la carretera ya está despejada.
- Si viajamos con niños, podemos entretenerles jugando al “veo, veo”, cantando canciones, a las adivinanzas…
- Si el atasco nos pilla dentro de un túnel, lo primero es encender las luces de emergencia y apagar el motor para que no se llene todo de gases. Nunca debemos bajar del coche a no ser que se nos lo indique por la megafonía del túnel o haya fuego.
- Al reiniciar la marcha, no debemos hacer maniobras extrañas para recuperar el tiempo ni cambiar constantemente de carril buscando los huecos que otros coches dejan porque empeoraremos el efecto acordeón y pondremos en peligro la seguridad vial del resto de usuarios de la carretera.
- Si un coche se quiere incorporar a la vía y está a nuestra altura de la calzada, debemos facilitar su incorporación, no “que le deje el de atrás”. Hay que respetar al resto de conductores.
- Cuando sales de un atasco, lo normal es por la carretera continúe un tráfico denso, por lo que no debemos de bajar la guardia y permanecer atento por si en algún cambio de rasante o después de una curva o zona de escasa visibilidad nos sorprende un atasco.
… Y feliz fin de semana.
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